escrita tantas veces,
que no se puede entender,
si la letra es de hoy,
o de ayer.
Amanecemos en un recuerdo tardío,
y vaciamos los bolsillos de memorias,
dejamos al aire una triste historia,
y cerramos nuestro libro.
Aunque el capítulo más importante,
no se haya escrito todavía,
encuentras un final,
que te sirva de guía.
Porque realmente no terminó,
y es que nunca empezó,
no hubo tiempo para extrañar,
menos se podía soñar.
No encontré las lineas de mi vida,
entrecruzadas con las tuyas,
o quizás, el tiempo se encargó
de borrarlas una a una.
No lo sé,
no está más,
solo se fue...
... sin mirar atrás.