Llorarte.

Sólo quiero llorarte,
hasta cansarme,
hasta dormir para no soñarte.

Sólo quiero llorarte,
y que no duelas,
que mis lágrimas se acaben,
que no vuelvas.

Sólo quiero llorarte,
y que me pierdas,
y no encontrarme,
y no encontrarte.

Sólo quiero llorarte,
y cansarme,
que no duelas,
ni me encuentres,

ni despierte,
ni te sueñe.

Esas noches.

Hoy es de esas noches,
donde el silencio es grito,
donde el grito es dolor.

Hoy es de esas noches,
donde piensas
y sientes,
donde dueles,

 donde duermes.

No sé

No sé cómo decirte que me dueles,
si en palabras bastara
más profundas y más tristes serían.

No sé como escribirte que me dueles,
sin un verso completo
con tres poemas bastaría.

No sé como contarte que me dueles,
sin compás, sin palabras y sin rima

una vida no sería.

Un día de noviembre

Un día de noviembre
habré perdido,

en silencio,
creyendo haber luchado
me habré ido

con angustia, tristemente
habré dejado
un momento

respirando este aire frio
me habré muerto

en silencio, nuevamente
habré culminado
un día de noviembre

este vacío.

Camino

Sabes lo que es caminar,
aprendiste a andar,
pero dar un paso
no siempre es suficiente.

Caminar no siempre es suficiente.

Y estar de pie es importante,
respirar y mantenerse,
y no flotar,
ni caer.

Porque desde el suelo no hay a donde mirar

Aférrate,
y ponte de pie,
y da un paso,
luego dos.

Aunque avanzar, no sea importante.

Escóndete.

Felicidad,
extraña sensación,
te mueve y te limita,
te pierde y te complica.

¿Eres feliz?
Porque entre tanta miseria,
alcanzas a atisbar,
un segundo de felicidad.

Pero no es una sonrisa,
no es calma,
no es quietud,
esto no puede ser una sonrisa.

Es una mísera mueca,
que se mueve al compás,
que rítmica e inhumana,
te sirve de consuelo.

Vomitiva,
especial,
y tú lo llamas...

¿felicidad?

Sin tiempo.

Hoy no puede haber cielo,
por encima de nuestras cabezas,
ni la luna que asoma,
escondida entre la niebla.

Hoy no puede haber misterio,
no existe la consciencia,
no encuentro las estrellas,
que a diario me comentas.

Hoy no pierdo la insistencia,
de tratarte con paciencia,
me escondo entre los días,
y aplaco mi tristeza.

Hoy no existe mas,
solo tengo el ayer,
hoy pierdo el mañana,
en cada segundo que no estés.

Humo.

A veces ver pasar el mundo
y sólo verlo pasar,
sin detenerte.

Porque no estás en movimiento,
y es el mundo el que te mira,
el que de algún modo encuentra la forma
de girar más rápido que tú.

Y sólo quieres estar,
quieres ser parte cuando no eres nada,
quieres caminar y respirar,
cuando el humo es más denso.

Cuando el camino no es el correcto.

Te vuelves humo y no eres nada,
eres la sombra del que se fue,
del que no miró atrás.

No hay espacio para imaginar,
no se puede soñar,
no se puede extrañar,
y esa no es la respuesta.

Y solo ves al mundo pasar.

Y no eres aire, ni sol. No eres más.

Perdí

¿Se puede amar hasta el dolor?

¿Cómo lo sabes?

Cuando cada bocanada de aire,
no es más que un suspiro.
No es mas que un intento
de sentir que estás vivo.

Y si el cielo oscurece,
si el frío te consume,
simplemente sigues,
y lo abrazas en tu mente.

 ¿Cómo saber si amar duele?

Si,
entre llanto o tristeza,
la sensación de torpeza,
la que no te deja respirar,
la que te congela al caminar,

es más fuerte, más intensa y más real.

Sin nombre.

Te extraño.

Quiero que lo sepas bien,
al menos en mi mente
cada recuerdo mío dice que lo hago.

Es extraño no saber que sentir,
tener miedo a mirar es extraño
reír nerviosamente es extraño.

¿Por qué?

Gozar de esa timidez aterradora
y temblar.

¡Ya lo habia olvidado!

¿Que puede compensar
esta abrumadora realidad ?

Porqué se vuelve casi imposible,
en ocasiones.

Y solo te miro,
me pierdo y lo olvido.

Respiro y te extraño.

Hace calor y tiemblo,
me quedo sin palabras,
sin aliento.

Me retuerzo en un recuerdo,
en el suspiro y el adiós,
en el silencio.

[Incompleto]