Hoy me propuse a olvidarte...
La primera brisa fresa de la mañana rozó mi mejilla y comprendí que debía dejar de pensar en tí.
Con ideas confusas y aún sin tener del todo claro el "cómo" tenía trazado el borrarte de mi vida.
Dieron las diez pensando que tal vez lo lograría, después de todo ¿valdría la pena seguir encerrada en tanta melancolía?
Once, doce y una; aún creyendo en que esta historia por fin tendría su fin.
Divagando en los porques dieron las cuatro, cinco y seis. Imaginando que no extrañaría tu risa ni aquellas ganas de mirarte tan ansiosa y tan distante.
Cuando reaccioné ya eran las diez, no más soñar tu sonrisa, adiós a aquellas noches ahogada en tus palabras, sin tus deseos que lograban devolverme a una pesadilla sin salida.
A medianoche, mi cuerpo a punto de caer rendido por el sueño, y en mis últimos segundos de conciencia comprendo que es tarde, que tratando de no acordarte no he hecho otra cosa más que pensar en tí cada segundo desde que amanece hasta que anochece.
Diablos...
La primera brisa fresa de la mañana rozó mi mejilla y comprendí que debía dejar de pensar en tí.
Con ideas confusas y aún sin tener del todo claro el "cómo" tenía trazado el borrarte de mi vida.
Dieron las diez pensando que tal vez lo lograría, después de todo ¿valdría la pena seguir encerrada en tanta melancolía?
Once, doce y una; aún creyendo en que esta historia por fin tendría su fin.
Divagando en los porques dieron las cuatro, cinco y seis. Imaginando que no extrañaría tu risa ni aquellas ganas de mirarte tan ansiosa y tan distante.
Cuando reaccioné ya eran las diez, no más soñar tu sonrisa, adiós a aquellas noches ahogada en tus palabras, sin tus deseos que lograban devolverme a una pesadilla sin salida.
A medianoche, mi cuerpo a punto de caer rendido por el sueño, y en mis últimos segundos de conciencia comprendo que es tarde, que tratando de no acordarte no he hecho otra cosa más que pensar en tí cada segundo desde que amanece hasta que anochece.
Diablos...