lunes, 31 de mayo de 2010

Forget.

Y con aquella mirada gastada,

de cansancio, de simple indiferencia,

creyendo que la paz que buscas

se pierde.



Solo desaparece.



Y en vez de eso

te retuerces,

con aquella ira acrecentada,

que no te deja lugar al descanso.



Que te provoca,

te mueve a romper,

a destruir, 

a no querer callar.



Descubres que no puedes,

que aquel ruido externo se vuelve a tal punto

desquiciante,

que te abstrae de lo que eres conciente de hacer.



Con el cuerpo amilanado,

retorcido de dolor,

encogido en su depresión,

adormeciendo su manía.



-----------



Diganme que me perdì el día que nací y dijeron que ella sería mi madre ._.



¿O es que las características de cuidar por su bienestar mental no estaban incluidas en el contrato madre-hija?



Whatever...


Y con aquella mirada gastada,
de cansancio, de simple indiferencia,
creyendo que la paz que buscas
se pierde.

Solo desaparece.

Y en vez de eso
te retuerces,
con aquella ira acrecentada,
que no te deja lugar al descanso.

Que te provoca,
te mueve a romper,
a destruir, 
a no querer callar.

Descubres que no puedes,
que aquel ruido externo se vuelve a tal punto
desquiciante,
que te abstrae de lo que eres consciente de hacer.

Con el cuerpo amilanado,
retorcido de dolor,
encogido en su depresión,
adormeciendo su manía.

sábado, 29 de mayo de 2010

¿Qué es?




    1. Batallas contra defectos y virtudes, contra costumbres y hábitos, contra contingencias internas y externas, contra experiencias e inexperiencias. Muchas veces perdemos la batalla y terminamos en condiciones lamentables. Pero como buenas guerreras que somos esperamos a que se curen nuestras heridas y a que nuestro corazón repose de tantas emociones intensas para volver a la lucha.

      Pero el amor no solo es una batalla, es también un peso, es llevar una carga que una a veces busca conscientemente, pero de la cual quiere deshacerse inconscientemente, porque en el fondo sabes que no eres la mis,a que te has vuelto vulnerable como una niña recién nacida, y torpe como cuando aprendes a caminar y caes una y otra vez.

      Y no solo es un peso el amor, sino la misma palabra amor, que está tan cargada de sentido y de sinsentido a la vez, que es tan corta, tan única, que me sorprende la facilidad con que lo dice la gente sin darse cuenta de lo que están diciendo, de la importancia de lo que acaban de expresar, de la infinita magia que encierra esa palabra y que se desperdicia con el viento.

      Pero el amor no solo es una batalla y un peso, también es una forma de esclavitud, es asumir compromisos que en otras circunstancias no asumirías sin entender por qué, es negociar y dar el brazo a torcer cientos de veces para evitar problemas, es tener en la punta de la lengua frases como; "lo siento", "no lo vuelvo a hacer" y "lo lamento", cuando los problemas no se pudieron evitar. Es aprender reglas de conductas, gustos ajenos, horarios y cronogramas, nombres y fechas.

      Es ver que le dinero no alcanza para todo el amor que te gustaría dar, porque muchas veces el amor se puede materializar. Es comprender la fragilidad del ser humano en su más triste expresión: un rostro surcado de lágrimas.

      En conclusión, el amor es una batalla perdida entre lágrimas y sonrisas, es un peso que cargamos con emoción y es una esclavitud permitida a pesar de todas nuestras ansias de libertad.

      Por eso y muchas cosas más, quiero amar y no amar, quiero que me arranquen el corazón y que me lo devuelvan lleno de besos, quiero que me lleven de un lado a otro como un velero empujado por el viento. Quiero sentir el frenesí del amor, el ansia del amor, la angustia del amor, porque me declaro una perdedora nata, porque me asumo a una esclava de mis emociones, porque no me importa el peso si llevamos de a dos.

      ----------------------
      Y quien no leyó, pes... no importa 

      xD

miércoles, 26 de mayo de 2010

Dueles.

Las gotas de rocío resbalaban de los pétalos, eran rosas frescas, pudo sentir unos pasos acercarse y escondió el ramo tras de él.

- ¿Hola?

Su sonrisa... jamás imaginaría que alguien así pudiese hacerle tan feliz, ella iba mirando extrañada lo que ocultaba.

- ¿Qué llevas ahí?

Tomó un impulso de aire y se arrodilló, ella inclinó el rostro un tanto sorprendida, sacó detrás suyo el enorme ramo de rosas y con la expresión de felicidad más increíble que pudiese demostrar habló.

- Hace exactamente un mes te pedí que seas mi novia... hoy he descubierto que eres la mujer más increíble, la única que me ha logrado hacer feliz.

Abrumada la muchacha tomó el regalo, él se levantó aún envuelto en aquella extraña alegría.

- Yo... no sé que decir.

- Sólo es suficiente lo que sientes por mí

- Ese es el problema

El alzó una ceja extrañado, ¿a qué se refería?

- No puedo amarte... no te merezco, hice algo malo, muy malo.

- No entiendo... vamos -movió la cabeza-¿qué pasa? ¿Olvidas que te amo? Sea lo que fuere pasará

- ¡No! -lanzó el ramo al suelo- ¡Te hice daño ¿entiendes?! ¡Me acosté con él!

- ...

- Yo... lo siento, pero no se si todavía lo ame, más de lo que siento por tí

- Pero... él te hizo daño, te lastimó, ¡has llorado conmigo por él! Pensé que...

- No puedo ¿entiendes? No quiero dañarte más

- Te amo -murmuró el destrozado mientras veía su vida consumirse en sus manos-

- No esperes la misma respuesta de mí... ya no la tendrás.

martes, 25 de mayo de 2010

Sagitas

 - ¿Qué has hecho?

Aquella sombra era inconfundible, al menos pudo notar unos mechones violeta queriendo huir tras la vuelta de la esquina, avanzó apretando su varita entre sus dedos, su mirada cargada de desprecio alcanzó la larga calle.

- ¡¿Dónde estás?!

Su respiración comenzaba a agitarse, aún no podía borrar de su mente aquellas palabras... el aviso, todo lo que se comentaba dentro, era imposible, no podía ser ella...

- ¡¿No piensas dar la cara?!

Una sombra se removió casi entrando a un callejón, la siguió a grandes zancadas dejando que su capa golpeara contra el ras del suelo, alcanzó a tomarla por el brazo.

- Detente

Los nervios de corazón de basilisco despertaron en su arma que lanzó furiosa chispas verdosas, la ojiazul aspiró hondo y presionó la muñeca de la mujer.

Quería decirle que la detestaba, que era lo peor que pudo haber conocido en la vida, que se sentía decepcionada, ¿Acaso no entendía lo mucho que había sufrido por esa decisión? ¿Por qué destruyó así de fácil la confianza que formó con tanto cariño?

- No diré nada

¿Callaba? Necesitaba respuesta, a donde iba solo escuchaba cosas que no quería oír, y ella no se defendía, maldijo y la soltó.

- ¿Por qué Jefa?

- No importa lo que me esfuerce en hablar, siempre tendrán algo con que rebatirlo, no diré nada.

Alzó una ceja, pudo sentir como algo dentro se le removía... no había forma de creerle, todo estaba en su contra, ella no podía, no debía... le habían dicho que no tenía porque creerle, al menos eso le hacían ver, y la mayoria lo acataba, la mayoría callaba y decía que ella era una mala persona.

¿Que haría ella?

- Yo...

Se dió media vuelta para irse, la mata de pelo violeta caía sobre sus hombros y volvía a cubrirse con la capa semi-oscura, la mortífaga miró nerviosa como se alejaba.

A pesar de todo, ¿era capaz de unirse al resto? Quizás era que nunca fue como los demás, de repente era porque siempre sintió que un par de ladrillos argumentados nunca la habían logrado convencer... porque...

La abrazó por detrás con fuerza, el típico aroma a canela que siempre cargaba la invadió, entendió que no podía, que no sería como el resto, aunque eso le costara hasta la vida.

- Entiéndeme una cosa Jefa... no sé muy bien cómo, no entiendo muy bien el por qué, solo quiero que sepas que nunca... nunca perderás mi confianza.

La abrazó más fuerte, la arpía sabía que arriesgaba mucho, pero ella bien lo valía.

- Eres mi jefa ¿lo olvidas? Te quiero Sagitas

lunes, 24 de mayo de 2010

Reena

- Ama...

- ...

- Pst... ama

- ¿mm?

- Ama, despierte...

- Dame una buena razón para no permanecer en mi cama

- Hoy era el cumpleaños de su hija, dijo que le avisara en cuanto saliera el sol.

- Aún no son las seis de la mañana... elfo -suspiró resignada y se removió entre las sábanas haciéndolas a un lado- ok, ok... ya me levanté

Un ligero camisón cubría su cuerpo, bostezó desperezándose y se fue al baño a darse una duchad e agua fría, una vez fuera y cambiada, tomó de su mesita de noche una pequeña cajita de terciopelo.

Al salir de la habitación pudo percibir que la mayoría de habitantes aún dormían, avanzó con cautela hasta llegar a la puerta de su cuarto, giró el pomo y entro casi sin hacer ruido, la pequeña aún dormía.

Era increíble que hubiese pasado tanto tiempo desde que la tuvo en casa, a veces le recordaba a sì misma, por la forma en la que se solía retraer de las demás personas, como incluso se daba cuenta que se sentía sola por momentos, pero era incapaz de decir algo...

Por eso la cuidaba y protegía mucho.

Dejó el pequeño regalo sobre la mesa y se acercó a Reena, pasó una mano por su cabello y se lo apartó de la frente, se inclinó y le dió un pequeño beso.

- Feliz cumpleaños hija mía.

viernes, 21 de mayo de 2010

Retos.

- No, no, no y no

- Chiflada...

- No Samantha, estás más que Loca

- Vamos Chiflada... ¿dónde está tu sentido de la diversión?

- Guardado con mi convicción por dejar de ser cuerda

La joven le lanzó un zape y ella lo esquivó sacándole la lengua, se enfundó más en el sillón comiéndose otra galleta, Sam seguía sus movimientos con los ojos en silencio.

- Ehm... ¿y que pasa si pierdo?

La sonrisa de su hermana le devolvió el ánimo, nunca podía decirlo que no.

- Pues... -se levantó apoyando una mano en su barbilla como si pensara - ya me hiciste disfrazarme de pollo una vez.

Liliana rodó la vista.

- Exagerada... pero, te veías apetecible -una risa corta se escapó de sus labios-

- Deberíamos hacer algo con tu adicción a los pollos

- Deja mi amor por la carne polluna Samantha y piensa de una vez la otra parte de la apuesta

Por unos segundos Sam la miró levantando una ceja, la ojiazul tardò en darse cuenta que le había dado, sin querer, una muy mala idea.

- Yo se como curar tu adicción... -su sonrisa de niña traviesa provocó que la castañaabriera los ojos de par en par-

- No... ni se te ocurra Samantha, ni si quiera lo pienses...

- ¿Cuánto tiempo...? -comenzó disfrutando cada palabra-

- Samantha

- ¿... soportarías...?

- Loca

- ¿... rodeada de aquello que más te apetece?

- Que no

- ¡Chiflada emplumada!

Sin previo aviso la menor de los Gaunt le cayó encima aplastándola en el sillón, la miró con furia mientras trataba de safarse.

- ¡No me emplumaré! ¡No puedo! En mi estómago, no encima Sam

- Si pierdes sí... truco o trato tú escojes

- Trato... si me voy, será contigo.

- Eso es un trato cruel -la aplastó más en el sillón-

- Sí pero... -hizo un esfuerzo por recuperar el aire- sabes que Chiflada sin Loca....

- Es como Loca sin Chiflada -respondió- si ya sé ¿Ying-yang si pierdes?

- Sí, ahora... ¡quitate de encima que me quedo sin aire!

- Exagerada

miércoles, 19 de mayo de 2010

Retazos [part III]

[Cabe aclarar que la idea inicial en la que se formuló todo el Rol fue de Nathaniel [aka Chemte o.ó xD] pero me tomo la libertad de usar al personaje que inventé ahí para escribir esto :3 que siempre creo me quedé con las ganas de que esa historia tuviera vida o.o xD]

Capítulo III: Prince

Dió un paso atrás manteniendo distancia con la desconocida, pudo notar sus mejillas súbitamente coloreadas, claro que fácilmente confundibles con el polvo y el ligero corte en una de ellas, por lo que esperó que no lo notara.

- ¿Príncipe?

- Nana vendrá en cualquier momento... -por un segundo le pareció que hablaba para sí hasta que se acercó dando medio paso- yo te agradezca que me hayas ayudado con esos niños

Iba a responder pero de su boca no salió más que un sonidito similar a un gruñido.

- Eh...

- ¡Angel! ¡¿Dónde te metes niña?!

La pequeña dió un respingo y movió los ojos nerviosa, la misma mujer que hacía unos minutos perseguía a la pandilla de vándalos, regresaba a grandes zancadas alzando la voz por toda la plaza, al ver a la niña aumentó el paso.

- Es Nana, me regañará por haberme escapado... muchas gracias de nuevo Príncipe

Se acercó a él, que parecía más preocupado por la actitud "explosiva" de la señora, sin darse cuenta giró el rostro  antes que a ella le diera tiempo de darle un beso en la mejilla, por un segundo sus labios rozaron y los sintió presionar sobre los suyos, el corazón se le detuvo subiendo precipitadamente a su garganta, fueron solo segundos en los que la misma chica se separó.

- Lo... lo siento

Su Nana apareció frente a ellos alzando una canasta vacía y con el rostro echo una furía, pareció creer que, por la expresión de la pequeña Ángel, Prince tambien era responsable de la mala broma, el muchacho no lo pensó dos veces y retrocedió corriendo, con suerte no lo alcanzaría de lo cansada que estaba.

Al llegar casi a rastras a su casa, su madre, como era de esperarse, lo regañó por estar tan sucio; los gritos de "¡vaguillo!", "¡Inconciente!", "¡Igual que tu padre!"; lo persiguieron hasta el lavabo.

- ¿Príncipe?

Se dejó ahogar en el agua unos segundos sintiendo como las ideas afloraban en su confundida cabeza, Príncipe... la próxima debería cuidar de no meterse en asuntos que no le importaban, pero esa niña... había creído que él era un príncipe.

Otro nuevo chorro sobre su cabeza le ayudó a pensar con más claridad; en efecto su apellido tenía la peculiar característica de despertar cierto tipo de ironías, aunque hasta cierto punto ignoraba sus ramas familiares, sabía que, ni por sombra de alguno de sus ancestros, llevaría sangre real en las venas.

- ¡¿Piensas flotar en el lavabo hasta que la comida se enfrie?!

Rezongó aburrido, ni si quiera se consideraba alguien dotado de un don "especial", se miró en el espejo enmohecido del baño, su cabellera negra contrastaba fuertemente con el marrón de sus ojos, sonrió al recordar el pequeño beso de la niña.

- Fresas...

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 La imagen de aquel recuerdo siempre daba vueltas en su mente, desde ese entonces iba casi todos los días a visitarla bajo el b alcón, esperando no sabía que... solo aguardando a su princesa.

domingo, 16 de mayo de 2010

Yo pensaba que la distancia era estar muy lejos



Yo pensaba que la distancia era sentirse lejos



Yo pensaba que la distancia eran muchos años



Yo pensaba que la distancia era mucho camino por recorrer



Yo pensaba, yo pensaba, yo pensaba…



Pero he aprendido que la distancia no existe,



Comprendo ya que estar lejos no es real



Comprendo ya que los años no son distancia



Que el tiempo y el recorrido no es más que el sentir



Que el sentir puede abarcar cualquier longitud



Y que los caminos pueden recorrerse sin dar más que un paso



Un paso que se convierte en el deseo



En la necesidad y la compañía de alguien



Y al final entiendo que la distancia no es más



que simplemente el tiempo entre las dos veces que hablo contigo

Yo pensaba que la distancia era estar muy lejos

Yo pensaba que la distancia era sentirse lejos

Yo pensaba que la distancia eran muchos años

Yo pensaba que la distancia era mucho camino por recorrer

Yo pensaba, yo pensaba, yo pensaba…

Pero he aprendido que la distancia no existe,

Comprendo ya que estar lejos no es real

Comprendo ya que los años no son distancia

Que el tiempo y el recorrido no es más que el sentir

Que el sentir puede abarcar cualquier longitud

Y que los caminos pueden recorrerse sin dar más que un paso

Un paso que se convierte en el deseo

En la necesidad y la compañía de alguien

Y al final entiendo que la distancia no es más

que simplemente el tiempo entre las dos veces que hablo contigo