Merope
y Morfin Gaunt, eran dos hermanos, hijos de Sorvolo Gaunt, formaban lo que
parecía ser la última línea sanguínea del gran Salazar Slytherin.
La
historia de la joven ya es conocida por todos, pero muy pocos magos han
descubierto la línea generacional que le siguió al hermano de ella.
Morfin
Gaunt mantuvo un encierro menor en la prisión para magos, Azkaban, después de
cumplida su condena permaneció en la cabaña familiar, donde conoció, en una de
sus tantas escapadas a Gran Hangleton, a una mujer con la que contrajo una
relación fugaz y extraña, puesto que el mago no gozaba siempre de todas sus
facultades mentales.
La
mujer era una bruja, descendiente de los Malfoy, que habitaba en aquel lugar
por motivos aún desconocidos, pero que pareció ver en la extraña personalidad
del Gaunt un atrayente poderoso.
No
contaba con que volvería a ser encerrado, acusado de unos asesinatos que el
mismo se atribuía pero, que la bruja estaba segura, no había cometido, aunque
no hubiese forma de demostrarlo.
Sumida
en una gran decepción, abandonó Hangleton y buscó refugio con algunos de sus
familiares, pero se vio rechazada al descubrirse que había quedado embarazada,
mucho peor aún, de un desconocido, puesto que ella se negaba a revelar la
identidad del padre, por el temor que la tildasen a ella y su futuro bebé de
dementes.
Sophie
fue el nombre que le impuso al fruto de aquel inusual amor, en recuerdo a la
sabiduría mágica que sabía que ella había heredado de su padre, muerto en
cuatro paredes y en una creciente demencia; aún entonces decidió nombrarla con
el apellido Malfoy, el suyo, para evitar indiscreciones y puesto que no había
logrado concretar nunca una relación con otro mago posteriormente.
La
muchacha creció en una casona entre Phoenix St. y Charing Cross Rd., su
educación la llevó en Hogwarts y, aunque siempre trató de pasar desapercibida,
uno de sus compañeros de casa, Slytherin, la seguía constantemente, a pesar que
ella, heredando la personalidad hostil y solitaria de su padre, hacía de todo
por alejarse del sexo opuesto.
Con
el paso de los años, este joven logró ganarse parte del cariño de Sophie e
iniciaron una relación tranquila al salir de la Escuela de Magia y
Hechicería, la madre de ella ya había muerto, quizás producto del cansancio de
cargar a cuestas un terrible secreto familiar y al parecer deseosa de acompañar
en la eternidad a quien fuera el único amor de su vida.
Ignorante
de todas esas cosas Sophie se casó con Lucas McDougall, el único mago capaz de
pasar esa barrera impuesta por su mente tan extraña.
Liliana
nació en el seno de aquella familia, instaurada en el corazón de Londres, ambos
tenían estudios ya concluidos y una profesión, así que la llegada de Liliana
fue, al principio, muy oportuna para la pareja.
Recibieron,
a los tres años cumplidos de Liliana, una notificación del Departamento de Misterios del Ministerio de Magia, donde les notificaban que la niña debería ser
llevada con carácter de urgente al mismo, puesto que habían descubierto y
descifrado una profecía que coincidía con las características de ella, era
necesario internarla para corroborar las investigaciones.
Los
McDougall se negaron rotundamente e ignoraron la misiva, a los tres días llegó
otra más y se preocuparon, fue el padre quien tomó la decisión de huir del
lugar.
Se
instalaron al Este de Glasgow en East Killbride y consiguieron una casa alejada
del bullicio de la ciudad Londinense, ocultos también de cuanto personal del
Ministerio se atreviera a irrumpirlos.
Aquí,
Liliana comenzó a desarrollar el particular gusto por los reptiles, heredado
tal vez por parte de su madre, y una actitud maliciosa que probablemente
vendría de su padre.
A
días de cumplir los cuatro años, y luego de casi doce meses de tranquilidad, la
familia recibió una visita del Ministerio, un par de magos, uno de ellos
identificado como Mike Stevens asesinó a la pareja de esposos, y raptaron a la
niña llevándosela consigo, con el cuento de rescatarla. Así comenzó su encierro
en el Departamento de Misterios.
Llevó
muchos años de entrenamiento mágico con tutores, que no solían durar mucho, por
el temperamento tan particular de la bruja, a pesar de ello, consiguió manejar
la magia sin varita y la habilidad de comunicarse con las serpientes la
perfeccionó.
A
sus nueve años, un asalto de mortífagos al Ministerio logró penetrar hasta el
lugar donde se hallaba Liliana, fue rescatada por Mel Black, quien la llevó a la Cabaña de los Gaunt,
curiosamente el lugar donde comenzó toda su historia, aunque no conociera nada
al respecto.
Mel
Black, era parte de un grupo de magos oscuros que, después de la caída de Lord
Voldemort, siguió el legado del mismo, dedicándose a construir un mundo libre
de magos impuros, repudiando toda clase de mezcla y generándole problemas al
Ministerio de Magia, cada que se ponían de acuerdo.
A
sus once años Liliana fue llevada a Hogwarts, como correspondía, pero en el
fondo no se sentía cómoda en aquel lugar, algo la llamaba a desligarse de
aquellas paredes, y así descubrió un par de años después que su padre, figura
que influyó mucho en el poco tiempo en que lo tuvo consigo, había pertenecido
al grupo denominado como "mortífagos" y que, luego de derrocado Lord
Voldemort, huyó hasta ser capturado por el Ministerio de Magia, siendo muerto
en su hogar junto con su esposa; así descubrió el inicio de su verdadera línea
familiar.
Huyó
de Hogwarts sin terminar los estudios y se refugió en la Mansión Malfoy
Black, bajo la tutela de Angel y Nathaniel, patriarcas de ese lugar, la criaron
como a una hija y pudo proseguir sus estudios en una Academia de Magia y Hechicería particular.
En
aquel tiempo, profesionalizando su aprendizaje de la magia, llegó a visitar
varios lugares del interior del Reino Unido, uno de ellos fue el Bosque de Dean
en el Valle Wye, lugar donde fue atacada por un vampiro, sobreviviendo al mismo
puesto que la raza que ostentaba el ser no atacaba a matar, ello la llevó a
convertirse en una especie de híbrido que rara vez gustaba de la sangre.
Terminados
sus estudios mágicos decidió dejar a los Malfoy Black y regresar donde su
primera madre adoptiva, Mel, la cual no tuvo reparos en acogerla de regreso.
Fue
en aquellas épocas donde también, llevada por las ansias de poder y aventura,
se enfiló en los mortífagos junto con su hermana Sam, adoptiva al igual que
ella, llevando una doble vida de perfil oscuro, ascendió de rango y se dedicó a
educar a los nuevos proyectos de seguidores dentro de la Fortaleza Tenebrosa ,
lugar de reunión principal de todos ellos.
Pasado
un tiempo de servicio, McDougall decidió enrolarse como espía, por lo que
adoptó una segunda identidad, logrando infiltrarse en la Orden del Fénix, cargo que
asumió por poco tiempo, pero le fue crucial para desarrollar aspectos de su
propia personalidad y conocer artes que le habían sido negadas durante algún
tiempo.
Ella
misma, al dejar el trabajo de espía, abandonó también a los mortífagos y
mantuvo un largo viaje, lejos de todo lo que le recordara a Londres y su
familia, siendo este período una especie de página en blanco en su diario
mental.
A
sus 22 años vuelve a la Cabaña
de los Gaunt y asume el Matriarcado, en ausencia de su madre, contacta a su
hermana Samantha mediante el tatuaje de ying-yang que lleva impregnado en su
hombro izquierdo, producto de una maldición que la mantiene unida a ella y
vuelve a su vida pacífica en Little Hangleton.
Liliana
posee tres mascotas; Owen, una lechuza macho de color negro y ojos azules; Eris
y Ares, anacondas hembra y macho adultos, respectivamente, de unos siete metros
cada una, con un color verde oscuro.
Es
una persona de actitud cambiante, personalidad tranquila pero por momentos
explosiva, tiene un ligero trastorno de identidad disociativo, a la que se
suman el exceso de dopamina en su sistema dándole un ligero comportamiento
relacionado a la psicosis. Mantiene también, un aire de indiferencia nato, una
manera de mirar la vida que a veces deja mucho que desear en las personas que
tratan de preocuparse por su futuro.
Es
de poca locución y detesta a los muggles, así como no guarda mucho cariño con
personas de sangre "mixta" dentro de la comunidad mágica,
evidenciándolo solo cuando lo considera necesario, prefiere andar sola o en
defecto no salir de casa, es tolerante al frío y odia el clima soleado.
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Dejo esto por aquí, porque ya en algún momento se me perdió, así que mejor que permanezca colgado por estos lares.